Bailar te puede ayudar a superar la tristeza.
La ciencia del baile: Combatir la tristeza con ritmo
La tristeza es un sentimiento que todos, en mayor o menor medida, sentimos en algún momento de nuestra vida.
Desde luego, hay personas que son más dadas a ella y que tienen una tendencia mayor a convivir con pensamientos negativos que acaban provocando que su estado de ánimo no sea el mejor.
Hay ciertos acontecimientos que nos ocurren que hacen que nos sumamos en una nube de pesar.
Otras veces, ni siquiera llegamos a saber por qué nos sentimos así.
Pero, en cualquier caso, lo cierto es que la mayoría siempre intentamos buscar salida a estas situaciones que nos impiden disfrutar del día a día.
Probamos lo que los demás nos aconsejan: deporte para despejarnos, meditación, yoga, salir con amigos o incluso la terapia.
Todo ello nos resultará muy útil, en mayor o menor medida (sobre todo, la terapia), pero, a veces, hay actividades mucho más simples que también nos pueden ayudar a salir de lo que parece un pozo sin fondo.
Un estudio muy reciente ha analizado los mejores métodos para tratar la depresión y, aunque a todos nos pueda sorprender, ha concluido que bailar puede ser uno de los más efectivos.
Sí, parece mentira, pero así es.
Bailar ayuda a combatir la tristeza
El estudio, realizado en Australia, trataba de determinar cuál es el tratamiento más efectivo para la depresión, estudiando estrategias como el practicar distintas disciplinas deportivas, la terapia cognitiva conductual, medicamentos y combinaciones de varias de ellas.
Se realizaron más de 200 pruebas distintas que incluían a más de 14 mil participantes y se descubrió que el bailar es más efectivo que otras actividades conocidas por sus grandes beneficios para la salud mental; como, por ejemplo, caminar, correr, el entrenamiento de fuerza, el yoga o el tai chi.
Pero, además, también se llegó a la conclusión de que podía ser más útil que la medicación, o algunos tipos de terapia a la hora de aliviar los síntomas de la depresión.
Bailar te puede ayudar a superar la tristeza
Sin embargo, aunque esto fueran las conclusiones generales, lo cierto es que los resultados variaron de forma considerable según las distintas variantes que presentaban los participantes del estudio en cuanto a sus características demográficas.
Las mujeres, por su parte, mejoraban más su salud mental con el entrenamiento de fuerza y el ciclismo; mientras que los hombres lo hacían con el yoga, el tai chi, el ejercicio aeróbico y la psicoterapia.
Los más mayores respondían mejor al yoga y al ejercicio aeróbico combinado con psicoterapia y los jóvenes, al entrenamiento de fuerza.
En cualquier caso, el baile fue la actividad que en todos los casos se demostró ser más útil mejorando la salud mental de los participantes y funcionando como cura contra la tristeza.
Bailar te puede ayudar a superar la tristeza
Ya se había estudiado en otras ocasiones cómo el bailar puede ayudarnos a sentirnos mejor, tanto por dentro como por fuera.
Es un método muy útil para mejorar nuestro estado de ánimo, porque promueve la actividad neurotransmisora en el cerebro, mejorando nuestra salud mental y haciendo que nos sintamos más conectados con muestro cuerpo y con el momento presente que estemos viviendo.
De esta forma, también reduce lo que se conoce como rumia mental, que consiste en una cadena de pensamientos negativos excesivos sobre preocupaciones y problemas del pasado presente y el futuro.
En definitiva, lo que ahora llamamos overthinking (o simplemente pensar demasiado), y que nos impide disfrutar de las cosas buenas que tenemos y que nos pasan.
Aún así, no nos debemos olvidar de que lo más seguro es que el baile no sea la solución para todos nuestros problemas.
Si nuestro sentimiento de tristeza perdura en el tiempo y nos resulta imposible librarnos de él, tendremos que contar con la ayuda de un especialista y una terapia adecuada para lo que nos ocurra.
En cualquier caso, simplemente el bailar en nuestra habitación será una forma de obtener un alivio instantáneo, de despejarnos y de mejorar nuestro estado de ánimo de forma inmediata.
Entonces, ¿por qué esperar? ¡Pongamos música y bailemos para sentirnos mejor!
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